"Esas son cosas de adultos". "No te metas en platicas de adultos" "Los niños a dormir, los adultos vamos a platicar". Era común escuchar esas frases de nuestros padres cuando eramos pequeños. Con esto nos dejaban disfrutar mas de nuestro mundo sin preocuparnos por los problemas de los "mayores".
Reflexionando al respecto, creo que nuestros padres no estaban equivocados, el mundo se movía tan lento que teníamos oportunidad de disfrutar de nuestra infancia sin preocuparnos por trantas cosas que ahora la modernidad nos ha obsequiado.
Y es que si las cosas en la actualidad van mas de prisa, seria bueno que la educción de nuestros hijos -o nietos- sea un poco mas homogénea y con mas profundidad. Es posible hablarles a los niños sobre cuestiones importantes antes de lo que solemos hacerlo.
Creo que deberíamos sentar las bases de su educción con términos sencillos. El niño aprendería que vive dentro del universo, en un planeta cuyos recursos han de usarse con moderación; que los seres humanos dependemos del aire, del agua al igual que todas las criaturas vivientes y que el mínimo error o la violencia mas leve acarrea el riesgo de destruirlo todo.
Deberíamos esforzarnos por familiarizar al pequeño, tanto con los libros como con la vida, por enseñarles los nombres de las plantas así como nociones sobre los animales. Tal educción incluiría la observacion del nacimiento de un bebé, de personas gravemente enfermas, y de cadáveres.
También la incubación de algunos principios éticos, que son indispensables para vivir en la sociedad humana, y la enseñanza de generalidades sobre las grandes religiones del mundo, especialmente aquellas practicadas dentro de su propio país, a fin de despertar el respeto en él, y que deseche prejuicios detestables.
En fin, ¡Se vale soñar!
En fin, ¡Se vale soñar!
