lunes, 31 de mayo de 2010

Hacer algo extraordinario

Cuenta una historia real, que un anciano perdió el conocimiento en una calle de una gran ciudad y lo llevaron de emergencia al hospital.

Después de hacer algunas indagaciones, una enfermera del lugar pareció localizar al hijo del anciano, quien era un muchacho que trabajaba, prácticamente, al otro lado del país.

Cuando el muchacho llego al hospital la enfermera le dijo al anciano: “su hijo está aquí”. El pobre anciano, agobiado ya con tanta medicina, levanto su brazo tembloroso. El muchacho tomó su mano y la tuvo entre las suyas por varias horas.

De vez en cuando, la enfermera le sugería al muchacho que se tomara un descanso, pero él no quería.

Cerca de la madrugada, el anciano falleció. Luego que murió, el muchacho le preguntó a la enfermera: “¿Quién era ese hombre?” La enfermera le dijo: "¿No era su padre?” “No” dijo el muchacho, “pero ví que se estaba muriendo y en ese momento él necesitaba a un hijo desesperadamente y por eso y por eso me quedé….”

¿Cuándo fue la última vez que hiciste algo extraordinario para acompañar a alguien, simplemente porque esa persona te necesitaba?

“Si no tienes caridad en el corazón, tienes la peor de las enfermedades del corazón”. Bob Hope.
                                                                                      
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