domingo, 12 de julio de 2009

Las Trampas del Lenguaje


El lenguaje es una forma de comunicación entre los humanos y suele utilizarse, por lo general, para transmitir estados emocionales generados por alguna situación o por alguien en especial, pero no siempre el lenguaje exterior, el que solemos usar para comunicarnos con los demás, es el reflejo fiel de lo que queremos decir.

Por ejemplo, quieres decir: “Ayer cuando me golpeaste, me moleste mucho que sentí ganas de romperte una silla en la cabeza”. Pero si disfrazas el sentimiento entonces dirías : "A veces, la agresividad perturba a cualquiera".

La indefinición, la ambigüedad y la falta de compromiso de la segunda frase es muy notoria: "a veces (¿cuándo?), la agresividad (¿cuál? ¿de quién con quién?) perturba (¿qué hace?) a cualquiera (¿a quién?)".

Otro ejemplo, preguntas: "¿Tienes ganas de tomar un café?", en lugar de: "Quiero tomar un café contigo. Te pido que me acompañes".

Muchas veces, hacemos preguntas en lugar de afirmar un pensamiento que nos pertenece. Estas son nuestras frases “encubiertas".

Si cada vez que se hace una pregunta se trata de encontrar la afirmación escondida, se dará cuenta de muchas afirmaciones escondidas. Preguntar es inducir a una respuesta deseada.

En la pregunta no hay compromiso, hablas sin decir, te escondes. ¿Para qué se hace esto? Tal vez buscando que los demás te quieran, te aprueben, te acepten, que estén contentos de conocer a una persona tan agradable y gentil . Tienes miedo de que te rechacen, que te abandonen, que te critiquen, que no te quieran.

Para ser autentico es necesario hablar directamente, sin disfrazar las intenciones, es cierto, muchas personas te rechazaran y otras tantas ya no te querrán o verán igual, pero cuando te encuentres a esa persona y te acepte así, tal como eres, sentirás una gran satisfacción, un gran placer, una gran alegría porque te darás cuenta que quieren a la verdadera persona que eres.
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