Las personas tímidas, las introvertidas, pueden despertar ternura o curiosidad, pero no son los atributos por los que suelen brillar. Al contrario, si algunas personas nos fascinan y nos impresionan es, ante todo, porque se atreven a mostrarse tal y como son.
Saben imponer su carácter, sus deseos, sus proyectos, pero también sus fragilidades. Carmen Serrat, Psicóloga, lo explica muy bien: "Se gustan a sí mismas y están contentas con lo que son".
Está, en definitiva, ligado con la autoestima, como apunta Mila Cahue, Psicóloga: "Es necesario aprender a aceptarse y sobre todo arriesgarse a ser como uno es. Igualmente, decidir transmitirlo sin imponerse a los demás y sin ser agresivo. La persona carismática sabe quién es, se acepta a sí misma y acepta al otro".
No temer mostrarse como es uno mismo, sin máscaras, sin artificios, con todas nuestras imperfecciones, es uno de los secretos para gustar más allá de las apariencias.
¿Cómo lograrlo? "Cuando la forma en que uno ha aprendido a comportarse no te ayuda a ser feliz, ni a conseguir resultar atractiva para los demás, puedes aprender otros comportamientos más útiles y eficaces que te ayuden a conseguirlo. No quiere decir que sean falsos. Se trata de aprender habilidades sociales, a ser positivo, optimista y a valorar a los demás. Pero no es necesario fingir y demostrar que se es muy segura. Puede tener mucho encanto reconocer que hay situaciones en las que uno está nervioso, pero es capaz de reírse de uno mismo, de expresarlo", dice Carmen Serrat.
Fuente: Hachette Filipacchi