"El aire espiritual también necesita limpieza."
Los seres humanos son muy aficionados al arte de contaminar. Ya sea con una nube de humo de tabaco o vertiendo residuos tóxicos, es evidente la despreocupación general por lo que estamos haciendo con la Tierra o por los efectos sobre la salud física y emocional de las criaturas que viven en este planeta.
El ambiente espiritual también está expuesto a la contaminación. He aquí una lista de las diez formas más habituales de contaminar la atmósfera espiritual:
1. Hablar sin piedad de asuntos trágicos.
2. Exponer brutales estadísticas a quienes necesitan esperanza.
3. Aburrir a los demás con una insaciable necesidad de atención.
4. Ser indulgente con la envidia o con los celos.
5. Compadecerse de uno mismo delante de los demás.
6. Negarse a ver el lado divertido de las cosas.
7. Reprimir la inspiración.
8. Robar un sueño.
9. Considerar a los demás inferiores.
10. Mostrarse inquieto y pendiente del tiempo cuando se está con alguien.
Seguramente se te ocurren otras formas de contaminar la atmósfera espiritual. Elabora tu propia lista con otros contaminantes que encuentres especialmente irritantes. ¿Conoces a alguien culpable de contaminación espiritual? ¿Lo has sido tú mismo alguna vez, sin ser consciente de ello?