El sol se despedía del Imperio Tré. El vasallo caminaba junto a la anciana del molino amarillo. Iban conversando sobre la vida.
- "¿Qué cosa es lo que más te gusta de la vida, anciana?"
La viejecilla del molino amarillo se entretenía en lanzar los ojos hacia el ocaso.
- "Los atardeceres", respondió.
El vasallo preguntó, confundido: - "¿No te gustan más los amaneceres? Mira que no he visto cosa más hermosa que el nacimiento del sol allá, detrás de las verdes colinas de Tré". Y reafirmándose, exclamó: - "¿Sabes? Yo prefiero los amaneceres".