viernes, 23 de octubre de 2009

Lo que es el Horario de Verano


"No puedes parar el tiempo... pero puedes atrasarlo una hora a las 0 a. m. del próximo 25 de octubre cuando acaba el horario de verano y empieza el tiempo estándar".
El Horario de Verano un tema tan controversial entre la gente -por la hora que se les quitan en el inicio de esta medida- y tan poco explicado, o con argumentos no convincentes, por los gobiernos que lo aplican.

Días más largos

La inclinación del eje de la Tierra y el movimiento de traslación provocan los días más largos del año durante el mes de junio para el Hemisferio Norte y durante diciembre para el Hemisferio Sur.

Entre abril y octubre se registra el periodo del año en que la insolación (o tiempos de incidencia diaria de los rayos solares sobre un punto dado de la superficie terrestre) es mayor para los países del Hemisferio Norte. Este periodo denominado, convencionalmente, verano, si bien abarca casi toda la primavera, todo el verano y un mes del otoño.

Origen

El horario de verano moderno fue propuesto por primera vez por Benjamin Franklin y posteriormente, en 1907, por William Willett pero este último lo hizo aumentando 80 minutos, no 60.

Posteriormente se empleó ampliamente por primera vez en 1916, 30 de abril para ser exactos, durante la Primera Guerra Mundial, para ahorrar carbón, en ese entonces se dio en llamarle "horario de guerra".

Adelantar una hora los relojes durante los meses de mayor insolación demostró ser una medida tan eficiente que algunos países, a pesar de las controversias, decidieron conservarla permanentemente.

En 1973 los países miembros de la OPEP impusieron un embargo petrolero de importantes consecuencias económicas, por lo que las naciones industrializadas comprendieron la urgencia de impulsar medidas del cuidado de la energía, que al mismo tiempo permitieran reducir la fuerte dependencia -que hasta la fecha se tiene- de los combustibles fósiles, tales como el petróleo y el gas.

El horario de verano es el horario que obedece a la convención por la cual se adelantan los relojes con objeto de aprovechar más la luz diurna, mientras que ésta se reduce por las mañanas.

Normalmente los relojes se adelantan una hora a principios de la primavera y se atrasan de nuevo en otoño.

Al adoptar el Horario de Verano, los países recorren temporalmente sus usos horarios hacia el Este, es decir, hacia la salida del sol, con lo que “anochece” más tarde.

El empleo del horario de verano está más extendido en países situados a mayor latitud en ambos hemisferios.

En la siguiente imagen se puede apreciar el uso de esta medida en el mundo:

"Se emplea en" marcado con el color azul.
"Ya no se emplea" marcado con color naranja
"Nunca se empleó" en color rojo




Muchos sistemas dirigidos por computadoras son capaces de ajustar sus relojes automáticamente, pero se pueden producir errores, especialmente cuando las reglas del horario de verano cambian o no son aplicadas con el estandar que lo haria realmente efectivo.

Hoy, tras innumerables situaciones, unos 90 paises, entre ellos más de cincuenta europeos, lo aplican, pero seguirán siendo una minoría, ya que en vastos continentes como África -sólo lo hacen Egipto, Marruecos, Túnez y Namibia- o Asia, apenas lo hacen.

Esta idea de aprovechar mejor la luz solar caló con fuerza en 1974, con la primera crisis del petróleo, bajo el argumento de un menor consumo de electricidad. Hoy, si preguntamos a conocidos divulgadores científicos, con independencia mental, nos dirán que estamos ante una enorme tontería, que para nada ahorra energía, o si lo hace es casi inapreciable y difícil de demostrar, que su aplicación se debe más a una conveniencia administrativa que ecologica.

Y, si en el caso europeo se tardó tanto en acordar un cambio horario al unísono, en el caso de otras paises, como en EEUU, se han llegado a utilizar argumentos como que los practicantes de golf aprovechan más horas de luz y por lo tanto se dejan más dinero o el voto favorable que dieron en su día los senadores de Idaho porque pensaban que así más restaurantes de comida rápida venderían más patatas fritas procedentes de su tierra.

El caso es que el amplio país norteamericano se decantó por el horario de verano y desde sólo 2007 la mayoría de estados lo aplican -sólo Arizona se resiste-, lo mismo que sus vecinos canadienses, aunque aquí, con sus seis usos horarios diferentes, tampoco todos lo aplican, caso de Nuvanut, Quebec oriental y Saskatchewan.

Por su parte, en México su aplicación es general excepto en el estado de Sonora. Esto provoca un gran malestar, además de sueño, a los innumerables trabajadores mexicanos, los “legales”, que cruzan a diario la frontera de sur a norte a primera hora de la mañana.

Hay países también de enormes dimensiones que aplican a medias esta medida, caso de Brasil, con algunas zonas que no lo hacen; caso de Australia, donde, con dos usos horarios, se aplica desde 2006 en ciertas regiones; zonas como la oceánica donde sólo lo hace Nueva Zelanda o la sudamericana, donde tampoco hay una uniformidad horaria.

Este lastre del cambio horario, sea de verano o de invierno, sigue dando tumbos. Sin ir más lejos, Venezuela hizo su particular modificación en diciembre de 2007, retrasando sólo media hora los relojes para hacerlos coincidir con la salida del sol, una medida igual a la que ya ponían en práctica lugares como Irán, Afganistán, Myanmar o Nepal.

Lo que parece evidente es que cuanto más cerca del Ecuador esté un país, menos justificado está el cambio de horario, puesto que la duración de los días es semejante en invierno y en verano. Pero los hay como Cuba o Haití que lo hacen en base al consabido ahorro energético.

En resumen, es dificil encontrar y comprobar los ahorros que genera esta medida una vez que todo va parar a la enregia  y al consumo de combustibles, bienes que estan en poder del Estado, y nunca hemos palpado este beneficio en nustros bolsillos.... o será que en otros si?


Fuente: Wikipedia
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