Cuando nos levantamos, por las mañanas, siempre tenemos la oportunidad de decidir como vamos a llevar el día, que actitud vamos a tomar, la de disfrutarlo o amargarnoslo, la ventaja o no de esta opción es que la consecuencia de esta decisión no es privativa para nuestra persona, sino también para los que nos rodean.
Es común ver, rodando por ahí, a personas que van dejando tras de si una estela, como si fueran cometas, de mal humor y de amargura; otros, con cara de "todo me da igual", no transmiten, ni reciben emociones; pero, en cambio, hay personas que ven cada día como un regalo y como tal lo disfrutan y es tanto su gozo que lo transmiten a los que encuentran en la calle o lo rodean en algún evento o reunión.
El siguiente video es una muestra clara de un tipo que, en un festival, disfruta el momento, el dia, la vida y es tan manifiesta y clara su felicidad que con su extraño baile consigue que todos los que lo rodean acaban bailando con él. Eso es, diríamos, animar una fiesta!!