miércoles, 27 de enero de 2010

Ventajas de Ser Directo en la Cominicacion


“Una persona genuina puede ser espontánea y autentica con otros de tal manera que ellos lo conozcan tal como es”.
De todos es sabido que la sola noción, profundizada y vivenciada, del respeto por uno mismo y por los demás da fluidez y eficacia a la comunicación.

Un factor clave del buen dialogo es aprender a ser directo/a, expresarnos con honestidad y oportunidad. Pero, ¿que significa ser directo?, ¿Cuándo somos indirectos, porqué y como afecta la comunicación interpersonal?

En la comunicación sumisa somos indirectos, no queremos recibir desaprobación, impactar ni “lastimar” , damos los mensajes con titubeos o con deseos de que los demás nos adivinen lo que queremos decir; hacemos preguntas en lugar de expresar nuestras necesidades, decimos frases aisladas en vez de señalar sentimientos precisos, acumulamos tensión porque los problemas no se resuelven o se hacen mas grandes y difíciles de manejar con el paso del tiempo. Llegamos incluso a decepcionarnos si la otra persona no interpreta o reacciona como esperábamos.

“Te lo dije muchas veces y no me entendiste”; frase que refleja que nunca se mencionó de manera directa lo que realmente se quería.

“Te lo digo Juan para que me entiendas Pedro”. Pero, ¿Qué pasa si en verdad Pedro capta otra cosa, acaso es su responsabilidad descifrar frases incompletas, ambiguas o llenas de un simbolismo que solo entiende el interlocutor?

Otra forma de ser indirecto es a través de la agresividad. Quizá tal aseveración parezca un tanto extraña porque generalmente se piensa que enojarse y agredir expresa directamente el mensaje del emisor. Pero, cuando así sucede, la información no se capta acertadamente, porque nuestro disgusto o expresión es traducida por la otra persona como un insulto o una crítica destructiva.

Por ejemplo, si se da el mensaje: “Estoy harto/a y cansado/a de tu simpatía en las fiestas, eres un bufoncito/a”. Puede recibirse: “Ella (el) piensa que soy sangrón/a, está harta/o de mi, piensa que lo hago por molestar, etc.”. Cuando el verdadero mensaje directo, podría ser: “Me gustaría que no volvieras a decir en las reuniones chistes x, y o z….”. Entonces, el (ella) capta: “La bromas x, y o z no le gustan”.

Ser directo es garantizar que el mensaje que queremos dar llegue tal como lo pretendemos y no apoyarnos en la esperanza de que “ya captó” o “algún día entenderá”; hacerlo así sería asegurar decepciones.